sábado, 22 de junio de 2013

Lo que no existe más

La noche de San Juan y las hogueras son una excusa perfecta para hablar de los errores. Más que de los errores, de lo que sacrificamos, desechamos o abandonamos por el camino para avanzar más cómodos (perdón por el inicio místico y el tono de autoayuda, prometo que habrá cuadritos como siempre).

En mi caso ni sacrifico, ni abandono, ni desecho. Simplemente blanqueo. O doy la vuelta a la tabla.

Detrás de Dolor hay un fracaso de collage; bajo algunas de las cabezas de La ciudad se ocultan una chica desnuda, alguien sentado en unas escaleras y varios perfiles que no tuvieron suerte; las cúpulas grandes y verticales taparon una calle gigantesca, que a su vez tapó dos figuras femeninas, una de frente y otra de espaldas; ¿Me ves? esta pintado sobre un pueblo de adobe que a su vez se pintó sobre un lienzo que perteneció a mi abuelo; en el Pájaro Montes el cuadro blanqueado ni siquiera era mío... 

Los que me ven blanquear se indignan, pero el bote de pintura blanca permite trabajar (casi) sin miedo a equivocarme. 

Obviamente no debo enseñar los "fracasos", ya es bastante riesgo enseñar los "éxitos". Pero en cualquierapinta soy exhibicionista hasta la obscenidad, así que, desnudo una vez más, enseño

Un pájaro que eliminé porque me recordaba a algo o a alguien. Acabó siendo un skyline con funambulista.

 
Una abstracción que murió por un ataque de verdes. Espera nuevo destino. 
 


Para terminar cedo la palabra a mi terapeuta argentino Andrés Calamaro. Lo que no existe más


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre es interesante conocer que se esconde en lo más profundo...

cualquierapinta dijo...

Errores