jueves, 31 de julio de 2014

Sócrates


Hablemos de algo serio, por fin.

Hay partidos de fútbol que, en condiciones de total esterilización y asepsia dignas de un laboratorio, tienen poco interés. Sin historia, no se diferencian del balonmano.
Juega esa gente que corre, y, si no fuera por la ancestral rivalidad entre Deportes Puerto Montt y Atlético Valdivia, me quedaría traspuesto.
Ese fútbol necesita la periferia, el entorno, un cronista, una historia, para enganchar.

Por qué decir que nos gusta el fútbol cuando en realidad lo que nos gusta es el cuento.
Así que un cuentito. 

Sócrates fue uno de los más grandes. Según Plutarco, cuando Sócrates nació, el oráculo le dijo a su padre que le dejara crecer sin oponerse a su voluntad ni reprimirle sus impulsos.
Así se reflejó después en su vida diaria;  disfrutó, hizo disfrutar, reflexionó, hizo reflexionar, protestó, se rebeló y, en fin, vivió (y murió) como quiso.
Fue una figura capital en la historia, hasta el punto de que los anteriores a él se denominan presocráticos. Algunos maravillosos presocráticos fueron el delicado Garrincha (vean ustedes) o el conocido Pitágoras.


La escuela socrática murió en Barcelona en 1982(así fue).
Nada fue igual después de Sócrates. Todo se profesionalizó, se formalizó, se hizo serio, transcendente, productivo, en fin, resultadista. 

Es cierto que dejó discípulos como Platón, Romario, Aristóteles o Ronaldo, pero el mundo había cambiado y reinaban los utilitaristas sofistas encabezados por Parreira y Felipâo. Puro engranaje y rodamiento.
No hay muchos documentos de Sócrates, decidió no escribir nada, así que las referencias a sus ideas sólo se pueden obtener de manera indirecta (Platón, Plutarco de nuevo) o a través de vídeo, aquí una pildorita para que empecéis a  buscar :  esencia socrática 

Yo no dibujé a Sócrates, ni siquiera a Platón, pero una vez hice a alguien parecido a Aristóteles, y alguien parecido a Homero (que al menos es griego y antiguo).





Para acabar os dejaré un par de perlas del pensamiento socrático más allá del muy conocido y muy sabio "sólo sé que no sé nada" :

"No me pidas coherencia, soy una metamorfosis ambulante"
"...Un cielo repleto de estrellas, y tiempo para reconocerlas"





Como excusa para colar un dibujito, creo que no he inventado ninguna más sofisticada.