miércoles, 12 de septiembre de 2018

La parábola del nido


Cuentan que caminaba un día por Urmeneta y encontró un artesano vendiendo mesas de alerce.
Compró una, baja, solo la estructura con un espacio para poner cristal o marmol en el centro.
Bonita, sustentable, local. Colocó una tabla en el espacio central. Por fin se adaptaba, el mueble era útil, ecológico. Hogar. Comercio de barrio, bien común, sale el sol.

La mesa accidentalmente se manchó con pintura (y el suelo, el sillón, las manos, los pantalones,...).
Decidió pintarla entera.



Quedó aceptable. Ya no era "alércica" (pintar el alerce es un delito que conlleva destierro patagónico), pero tenía ese blanco limpio que sugeriría el señor ikea.
Limpia pero fea.



Pensó dibujar algo en el tablero, por hacerla más agradable, acogedora, personal.










Muy bonito. Arty y fancy. Cool, incluso. Como de barrio hipster.

Pero ocurren cosas.

Ahora es así.




Todas sus acciones responden a un plan trazado, una filosofía de vida trascendente, mística quizás:
Se reconoce como un hombre débil y acomodaticio, con facilidad para quedarse quieto y hacer un nido. Pero no se gusta, así que su yo "cilícico" se pone trabas. Vivir contra uno mismo
¿Que quieres nido? pues en tu nido reinará el desorden. ¿Que quieres belleza y elegancia? pues llevarás una corbata ultracorta.
¿Te sientes cómodo con esos pinceles? pues no los cuides.



Así se mantiene despierto, atento y en movimiento. Dice.



En realidad es desordenado, descuidado y guarro.
   

sábado, 11 de agosto de 2018

la vida honrosa

Utilizo mucho los tonos rosados en los cuadros. Qué bonito.
Allí en el mundo que habitáis vosotras heteropatriarcales, las estereotipados, los prejuiciosas; se asume que el rosa es blando, suave, amoroso, feliz. La vida en rosa
Pero, claro que no, en mi mundo el rosa también es desolado y frío. La vida honrosa.

martes, 26 de junio de 2018

La percepción



Las confusiones entre lo que se quiere decir y lo que se entiende. Pasa cuando eres extranjero, o Stranger,; cuando ya no usas las manos; cuando se relacionan ingenieros con personas; si repites la jerga de un programa de televisión o de un doctor en filosofía; o, en fin, cuando hablas con cualquiera que no seas tú.

Son divertidas, enriquecedoras y antiendogámicas. Y suenan bien: el misanderstuz

Como una de mis formas de hablar es pintar, seguro que existe una  distancia sideral entre lo que comunico y lo que percibís.
Así que, experimento: hice este cuadro y envié la foto a varias personas preguntando qué veían.

 

"Hay un gigante de piernas muy largas que camina sobre el mar."

"Veo un submarino clase Smith que ha lanzado un torpedo entre dos barquitos"
"La mujer esta a punto de saltar desde la cornisa"
"Es una batalla naval"
"La figura femenina mira el faro. Lo llamaría Reivindicación de la Pincoya"
"Se ven muy claras las cascadas"
"Es lindo, el Ventisquero colgante Queulat"
"La luna es evidente, ilumina las velas de los barcos"
"Al fondo, la costa con montañas"
"Volviste a hacer la ballena"
"El pájaro vuela sobre el mar"

Decidme, ¿Hay más?