domingo, 1 de marzo de 2015

La espalda del pintor

Me aplaudieron, y es un poco injusto. 
Me daban palmaditas en la espalda(del pintor) y la enhorabuena por mis pinturas, equivocados.

Aclaremos el malentendido.

" Mi nombre es Jorge Parada Morollón y soy el representante legal del Colectivo Jorge Parada Morollón.
Desde hace más de diez años un grupo de pintores (agorafóbicos o un poco tímidos) han fijado su taller y residencia en Salamanca (ciudad ideal para el grupo por la sequedad y antipatía de sus habitantes) y desde allí producen su obra.
Esto colectivo decidió firmar con un único nombre y eligió Jorge Parada Morollón, por su extraña sonoridad y en recuerdo al histórico personaje que todos conocemos.
Supondrán que realmente no me llamo Jorge Parada Morollón. (Vaya nombre)


El grupo está formado por pintores de diversa procedencia y estilo, quién podría pensar que una misma persona podría hacer una filigrana detallista como San Jorge y un manchón negro como el Dolor.
Hay un tipo obsesionado con farolas anaranjadas, calles y sombreros; se llama Jorge Parada  Morollón y es un flaco y pálido pintor procedente Madrid, de Chamberí.
Él convenció al delicado paisajista Jorge Parada Morollón para trasladarse desde Verona. Ahora se le puede ver con su habitual elegancia caminado despistado por el Campo San Francisco.
Nadie sabe la relación entre Jorge Parada Morollón y el pintor paradista Jorge Parada Morollón, aunque cuando se ven las cúpulas a la altura de las figuras, uno entiende la admiración (y el odio) que se profesan ambos.
Absolutamente ajena a todos se sitúa la pintura de líneas y zoología extraña de Jorge Parada Morollón, aprendida en el Smithsonian de su Washington natal. 
El quinto miembro del colectivo Parada se llama Jorge Parada Morollón, es de Vietnam y se ha especializado en cuadros fragmentados -cuadros de cuadros como él los llama-, la composición abigarrada de múltiples dibujos podría llevarnos a pensar en alguien con múltiple personalidad, qué insensatez.  
Por último, Jorge Parada Morollón, un argentino de Venado Tuerto, sus cuadros son oscuros, preocupados, incluso enfadados. Él es encantador.


Todos están muy orgullosos de su asociación, han encontrado un ecosistema perfecto en Salamanca (imaginen este grupo en Puerto Montt por ejemplo), y agadecen a Correos, a sus familias y amigos, a la gente moderna y a las pipas, la oportunidad de mostrar su obra."  


Esto es lo me pidieron que dijera, y esto es lo que debí haber contado cuando presenté la exposición. 

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