No están, y después, sí.
Eso es lo primero.
Podría ser así: deambulas, y, porque sí, en un lateral aparece algo -algo es un nombre muy feo, pero no tengo mejores palabras-, y sigues girando (a la izquierda en el Norte y a la derecha en el Sur, o al revés), se aleja, pero se queda, y en la siguiente vuelta lo ves otra vez, y no es lo mismo, o sí, pero parecido; está más cerca o se ve desde otro punto de vista. Sigues. Vas pensando en nada cuando vuelve a aparecer y sabes lo que es pero no lo puedes explicar. Giras de nuevo y, algo. Con todas sus letras.
O quizás es al revés, yo qué sé. Estás ahí, te chocas, te manchas, tocas algo - algo es un nombre muy feo, pero no tengo mejores palabras-, intentas alejarte dando vueltas (a la izquierda en el Sur a la derecha en el Norte), en cada vuelta lo ves más amplio y más claro. Giras de nuevo y tienes toda la perspectiva abierta. Un poco más de distancia, y algo. Con todas sus letras.
Ahí, en tu en tu zapatería de cabecera dibujé un ramo de ideas, engañando a los clientes con el tópico de la primavera y las flores.
Saliendo de un zapato y dando sombra a la lectora. Toma ya
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