El Lisensiado Parada viajaba por el interior de la Argentina, aproximándose a su hogar en el frío, lluvioso y solitario sur.
Sufría en Rosario. Cariño, compañía y calor, ¿quién puede soportar eso?
Para solucionarlo -al menos el problema del calor- entró en un almacen de telas para cambiar su elegante e invernal traje por ropajes típicos de las tribus locales.
Entre remeritas, buzos y musculosas descubrió esto:
Tres originales del pintor Jorge Parada en perfecto estado de conservación.
Uno de ellos magnífico, descatalogado y montado para ser expuesto:
En un descuido de las encargadas tomó la ropa, los cuadros y huyó a Puerto Montt
Escuchad la canción Caminando por Rosario
2 comentarios:
Eres un ladrón...
jajajaja..... voy a corroborar que todo estè en su lugar... ya no se puede confiar en nadie... jajajaja
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