sábado, 31 de mayo de 2014

Teorema de los entornos

En la página 4.567 de la biografía autorizada del famoso pintor podemos leer,
"... en aquella época (...), y  viajó a miles de kilómetros del lugar donde había pasado su vida. Cambió su entorno, sus rutinas, sus relaciones (...), allí descubrió nuevos paisajes, recibió miles de estímulos novedosos para él. Pudo ver colores nunca vistos, conoció a personajes con diferentes maneras de vivir y de pensar, se tuvo que adaptar a nuevos paradigmas, flexibilizó su mentalidad; sufrió, disfrutó, aprendió, enseñó, miró, escuchó y, en definitiva, enriqueció su vida (...) tras esas experiencias volvió a pintar..."


Y pintó lo mismo de siempre














Teorema Morollón-Mainar de los entornos reducidos:
 El sitio no importa nada, lo que importa es el libro


miércoles, 28 de mayo de 2014

the artist

La actitud. Por supuesto.
En la actitud está el artista.



El, la, artista siempre debe tener interés, inquietud; buscar e interesarse por todo. El perseguidor.
Además, lo que hace -pinta, escribe, canta, cena, lee, esculpe, toma galletas, habla, camina, cocina,  tose- es él. Por tanto es especial, es único, es exclusivo. Y quien lo recibe es afortunado y debe agradecerlo. Si alguien  compra un cuadro,  el artista está haciéndole un favor al comprador, nunca al revés.

Durante 12 años me enseñó técnicas, libros, materiales, música, contactos, pintores, poetas, papeles, el ácido de los verdes, a pintar horizontal, la diagonal, a no enmarcar, lo que no quiero pintar, a recibir en el estudio, a saber que siempre nos pintamos a nosotros mismos... todo, excepto la actitud y a beber té (igual son la misma cosa).



Por eso ella es la joven artista y yo el que pinta en cualquierapinta
 musiquita ad hoc




Es la única imagen que tengo de uno de sus cuadros, pero si miráis a la derecha ---> 
está el enlace a su página. Además este año tiene exposiciones por León, Burgos y Salamanca, así que intendad ir.

Cada día que no pinto, me siento un poco traidor 

domingo, 18 de mayo de 2014

La piscina


La verdad, yo qué sé.

Se borra. Y no pasa nada.
Cuando era pintor pintaba en cualquier parte. En un abanico, o en un cabecero de cama, o en una caja. O yo qué sé dónde.

Por ejemplo, en esta piscina. 





Pintar por pintar, como siempre. 

Ahora ha desaparecido. 




Y no pasa nada




Pero, aún así, cuidad vuestros Jorge Parada porque, ahora que está parada la producción, el precio del producto se va a disparar